Una de las regiones de la Vía Láctea, visibles por estas fechas, más
interesantes es, sin duda alguna la zona de la constelación del Escudo.
Por
supuesto que Sagitario y el Escorpión están repletas de objetos a cual más
interesante, pero, esta pequeña parte del cielo de verano bien merece una
visita detenida, bien con prismáticos o telescopio.
El
cúmulo abierto más popular aquí es, desde luego, M11.
Descubierto por Gottfried Kirch en 1681,
fue añadido por Messier a su catálogo en 1764. Con una magnitud de +6,3 es
visible incluso con el buscador del telescopio.
Partiendo
de M11 y hacia el Sur tenemos un cúmulo globular, pequeño pero también
merecedor de una visita . Se trata de NGC 6712, su magnitud es de +8,6 y es completamente diferente
al anterior. Parece ser que lo
descubrió Le Gentil en 1749 mientras exploraba la Vía Láctea. Lo describió como
una nebulosa.
Pero
aún hay más. Un poco hacia el Sur y el Oeste podemos ver otro cúmulo abierto
del catálogo de Messier. El que lleva el número 26. Es más disperso que M11 y
su brillo también es inferior, en concreto de magnitud +8.
Y,
para finalizar otro cúmulo abierto: NGC6664. Descubierto pro William Herschel
en 1784. Tiene una magnitud de +7,8.
Si
os fijáis, exceptuando M11, los demás tienen un brillo muy parecido.
En
el mapa adjunto se puede ver varios cúmulos más y una nebulosa por lo que la
excursión no acaba con los mencionados. Hay otros para explorar y buscar con
tranquilidad.
En
un espacio de unos 109 grados cuadrados tenemos objetos para pasar una noche de
observación.
¿Se puede
pedir más?
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