viernes, 12 de noviembre de 2010

Veo, veo...Noviembre-Diciembre

























Si pensamos en galaxias y en Andrómeda, seguramente nos vendrá a la cabeza la fabulosa M31, y con razón. Pero, en esta constelación hay muchas más cosas que ver, aunque no tan espectaculares.
Por ejemplo, NGC 891. Esta galaxia es el ejemplo perfecto de una galaxia espiral vista de canto. No es muy brillante, pero tampoco difícil de ver aunque que su brillo por unidad de superficie es bajo. A pesar de ello, en un cielo oscuro se puede detectar sin problemas. Vista al telescopio es un objeto muy sugerente, se ve una fina línea nebulosa con una banda oscura que la parte en dos mitades iguales, flotando entre el fondo de estrellas que le sirven de telón. A mi me gustó mucho su observación con un reflector de 200mm de abertura a pesar de que el cielo no estaba muy negro.
Esta banda oscura ya era conocida en 1850, cuando Lord Rosse la dibujó observando con su “monstruo” de Parsonstown. También la menciona John Herschell , que dice que la apariencia del objeto le da la impresión de: “un anillo plano de grandes dimensiones, visto muy oblicuamente”.
En nuestra galaxia, una banda similar es la responsable de las irregularidades que se observan en la visión a simple vista de la Vía Láctea.
Se encuentra, más o menos, a mitad de camino entre la Gamma de Andrómeda y el cúmulo M34.
Se puede aprovechar para ver esta doble de delicados colores, una de ellas azulada y la otra dorada. Las magnitudes son +2,5 y +5 . La separación de unos 10 segundos de arco.