Cuando decimos
“cúmulo doble” siempre se da por sentado que nos referimos a NGC869 y NGC884,
el espléndido par de Perseo.
Pero, hay
otros más. Por ejemplo, M46 y M47 en Puppis, y también los que propongo hoy
para observar: M35 y NGC2158 situados en Gemini y M38 y NGC1907, estos últimos
en Auriga.
Lo
primero que llama la atención es la diferencia de tamaño y brillo.
En M35 podemos
ver estrellas separadas y en NGC2158 vemos como un rebullo más débil.
La causa de
esto es que mientras M35 está a unos 2.000 años-luz de la Tierra, NGC2158 se
encuentra a unos 13.000 años-luz.
M35 fue
descubierto por Philippe Loys de Cheseaux en 1745 y, redescubierto por John
Bevis, aproximadamente en 1750.
Vamos
ahora a Auriga. Allí podemos disfrutar de la visión de tres hermosos cúmulos
abiertos: M36, M37 y M38. Después de ver los dos primeros, nos centraremos en
M38 y su pareja NGC1907.
Al parecer, M38 fue descubierto por
Giovanni Batista Hodierna en fecha tan temprana como 1654. Le Gentil lo volvió
a descubrir en 1749.
Aquí nos
encontramos con situación parecida, aunque no igual, que con los anteriores,
mientras M38 está a unos 4.000 años-luz de nosotros, NGC1907 está a unos 4.500
años-luz.
La
diferencia no parece mucha, pero hay que tener en cuenta que éste último es
mucho más viejo y tiene menos estrellas que M38,. Su edad se estima en unos
quinientos millones de años.
Pues vamos a disfrutar de estos otros “cúmulos dobles” y,
aprovechando la cercanía de los demás mencionados, será ocasión de echarles un
vistazo a todos ellos.
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