martes, 14 de enero de 2014

Veo, veo....Enero-Febrero

Una vez cumplido el rito anual de gozar de la extraordinaria nebulosa que todos conocemos, o sea, M42 en Orión, no estaría de más buscar alguna otra cosa por los alrededores. Ya sabéis que siempre hay algo cerca de los objetos más populares.


En este caso se trata de un cúmulo globular, M79, que podemos encontrar en la constelación de Lepus, La Liebre, si, ese animalito que está agazapado a los pies del Gran Cazador para evitar servir de almuerzo al temible Orión.

Aunque no se puede comparar con las glorias de M42, también es digno de ver. Es un globular muy pequeño y lejano, tiene un diámetro angular de 3,5´ y está situado a unos 50.000 años-luz. Su magnitud tampoco es muy apabullante, se queda en uno discreto +8,1, lo que tampoco está mal.

Messier en su catálogo lo describe así: “Nebulosa sin estrellas, situada debajo de la Liebre y sobre el paralelo de una estrella de sexta magnitud, vista por M. Mechain el 26 de Octubre de 1780. M. Messier la observó el 17 de Diciembre siguiente. Esta nebulosa es bella, con el centro brillante y la nebulosidad poco difusa”.

Lo que podamos ver de este cúmulo dependerá, aparte de la transparencia de la noche, que influye bastante debido a su declinación de–24º 33´, sobre todo del diámetro del telescopio con el que lo observemos.

Con uno diez centímetros probablemente veamos un núcleo brillante, pero muy pequeño, de unos dos minutos de arco, y rodeándolo un débil nebulosidad. Con este diámetro no podremos resolver en estrellas el cúmulo.

Con un telescopio de 20 centímetros de abertura y “metiéndole caña”, o sea con aumentos medios y altos, ya es posible separar las estrellas periféricas. Este efecto se puede apreciar en la foto que acompaña a este Veo, veo..,está hecha desde un balcón en Zaragoza, con un telescopio de 180mm de diámetro.



Después de ver este pequeño objeto, podemos volver a M42 para que los ojos se nos vuelvan a llenar de luz y estrellas.

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