lunes, 6 de julio de 2009

De nebulosas planetarias


De la misma manera que, para adentrar a alguien en la observación de planetas, hay que apuntar a Saturno, o en el caso de las nubes de gases hay que ver la M42 en Orion, para empezar con las nebulosas planetarias la mejor época es el verano.
En esta época tenemos a nuestra disposición dos auténticas maravillas, cada una con un aspecto diferente. La primera sería M27, la "Dumbell", en la constelación de Vulpecula. Es grande, tiene un brillo decente y es fácil de localizar. Incluso se puede ver con unos prismáticos, pero, desde luego, lo mejor es un telescopio. Para animar, aqui va esta foto hecha con una cámara Olympus E-330 acoplada a un telescopio Celestron 8 equipado con reductor de focal Meade 6,3.
En visual no se ven estos colores, pero la apariencia al ocular es espectacular. Imaginar una bola de algodón suspendida entre el fondo de estrellas.
La siguiente sería M57, la famosa anular de la Lyra. Esta presenta un peculiar forma de anillo o rosquilla. Aunque es más pequeña, no por eso es menos interesante. Su alto brillo por unidad de superficie, hace posible que le podamos aplicar aumentos sin miedo a que pierda demasiadoa luminosidad. Si, además, le ponemos un filtro UHC al ocular para aumentar el contraste, la visión es de lo más cautivadora. La imagen de M 57 la hice con la videocámara Watec 120N y un telescopio newton de 200mm de diámetro.
Os animo a echarles un vistazo en estos meses de vacaciones.